Las 5 Leyes de Oro de los Mercaderes de Babilonia
LA PRIMERA LEY DEL ORO
El ORO viene gustosamente y en cantidades crecientes a cualquier hombre que separa no menos de un 10% de sus ganancias para crear un patrimonio para su futuro y el de su familia. (AHORRAR MINIMO UN 10% DE NUESTROS INGRESOS)
LA SEGUNDA LEY DEL ORO
El ORO trabaja gustosamente y diligentemente para el sabio poseedor que le encuentra empleo redituable, multiplicándose como los rebaños del campo. (HACER QUE NUESTRO DINERO PRODUZCA DINERO)
LA TERCERA LEY DEL ORO
El ORO, ciertamente se adhiere al poseedor precavido, así como huye del poseedor descuidado. El hombre que busca consejo de los hombres sabios en el manejo del ORO, pronto aprende a disfrutar con agrado su consistente aumento. (SABER ESCUCHAR CONSEJOS EN EL MANEJO DEL DINERO)
LA CUARTA LEY DEL ORO
El ORO huye del hombre que lo invierte en propósitos que son riesgosos o que no son aprobados por aquellos hábiles para su conservación (EVITAR, RIFAS, JUEGOS DE AZAR, LOTERIAS DE ALTA INCERTIDUMBRE)
LA QUINTA LEY DEL ORO
El ORO huye del hombre que lo fuerza a ganancias imposibles, o de quien confía en su propia inexperiencia y románticos sueños. (NO AFERRARSE A DESEOS Y SUEÑOS IMPOSIBLES BUSCANDO GANANCIAS INALCANSABLES, BUSCAR SIEMPRE PROPOSITOS REALIZABLES Y ESCALONADOS)
